Uno se pone en la fila.


Flechas y líneas amarillas te conducen hacia una pequeña carpa donde te espera una pequeña aguja que en un mínimo espacio de tiempo te va a permitir vivir con cierto nivel de tranquilidad. 
Y a eso voy, a la importancia de lo pequeño, de lo cercano, lo accesible, lo sincero. 
Tenemos tendencia a sobredimensionar todo, incluidas las emociones. 
Hoy no estoy especialmente emocionado por mi vacunación, sino por sentir las pequeñas cosas que hacen grande al hombre. 
Ojalá fuésemos  capaces de gestionar mejor las emociones, aprendiéramos a valorar lo que tenemos cercano y nos aporta tranquilidad, confiáramos más de quien nos ofrece confianza y aportáramos todo nuestro esfuerzo para desarrollar nuestro pequeño entorno. 
Puede que no llegáramos tan lejos, ni tuviéramos tantas cosas materiales pero disfrutaríamos más de lo nuestro. 
Y nuestra es la lengua, la historia, la gastronomía, el arte, el paisaje y sobre todo los que con nosotros comparten su vida. 
Apoya y piensa en lo pequeño y este te devolverá enorme bienestar.





 



 

Comentarios

Entradas populares de este blog

CONFÍA EN LA MAGIA DE LOS NUEVOS COMIENZOS

CUIDEMOS DE NOSOTROS

LA IMPORTANCIA DE LOS PEQUEÑOS DETALLES