¿A quién no le gusta una cervecita fresquita a las 8 de la tarde en una terraza antes de que termine el verano?
Es probable que a ti no. O es probable que a ti sí.
El gusto de los amantes de la cerveza puede que esté un poco atrofiado, pues si eres de los que consume este tipo de bebida seguro que al primer trago que diste soltaste un ‘gracias, pero no más’. Pero nadie sabe por qué lo volviste a probar. Y otro trago. Y otro más. Y así, poco a poco te convertiste en un amante de la cerveza. Digamos que ‘autoobligándote’ a dar tragos a una bebida amarga te acabó gustando y, a día de hoy, siempre te pides un botellín.
Pues esos botellines ya son parte de tu vida social, quedas con tus amigos en una terraza y ¿qué pides? Una caña. Vas a ver un partido de fútbol a casa de tu cuñado y sacas de la nevera un tercio bien frío. Tomas algo con tus compañeros después del trabajo y siempre hay en la mesa una pinta.
Algo que empezó no gustándote, se ha convertido en una forma de disfrutar con la gente que quieres.
Pero tampoco debemos olvidar el papel de la cerveza como remedio médico, pues en la antigua Mesopotamia la utilizaban para lavar las heridas y así prevenir las infecciones. Por su parte, los egipcios descubrieron que la levadura que lleva la cerveza ayuda a evitar la dermatitis.
Hoy en día, se ha demostrado que el consumo moderado de esta bebida reduce el riesgo de infarto. También tiene beneficios para los huesos, el sistema inmune, el Alzheimer y otras enfermedades degenerativas.
Así que, si eres de los que diste un trago y no más ¿lo volverías a intentar? Porque si a tu ex le diste una segunda oportunidad, ¿por qué no se la vas a dar a la cerveza?
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Who doesn't like a refreshing cold beer at 8pm before summer's ending?
Maybe you don't. Or maybe you do.
Beer is a complicated lover. Surely, when you first tried it you probably flinched and said "thanks, but no more please". But, nobody knows why, you tried it again. And one more sip. And another one. And, sip by sip, you became a beer lover. By making yourself drink it you ended up liking it and know you can't go out without ordering a pint.
These pints are part of your social life, you meet your mates in a pub and, what do you order? A pint. You go watch football at your brother in law's house and you get a beer can from the fridge. You go out to eat something with your colleagues after work and there is always a jar on the table.
Something you didn't enjoy at first, has become in a way of having fun with people you like.
We can't forget what beer was used before, because, on the one hand, in old Mesopotamia it was used to clean wounds and to prevent getting infections. On the other hand, egiptians discovered that the yeast the beer was made of helped to avoid dermatitis.
Nowadays, it has been proven that the moderate consumption of this beverage reduces the risk of having a heart attack. It also has benefits for bones, the inmune system, Alzheimer and other degenerative illness.
To sum up, if you once had a sip and didn't try to have another one, would you try again? if you gave your ex a second chance... why don't give beer a second chance also?
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